-
Arquitectos: Alsar Atelier, GB Urban Studio, Sociedad Colombiana de Arquitectos
- Área: 351 m²
- Año: 2021
-
Fotografías:David Carretero, Alberto Roa
-
Proveedores: Equinorte, Robert McNeel & Associates
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En Colombia, el tercer pico de contagios de la pandemia generada por el Covid-19 coincidió con las celebraciones de pascua—coloquialmente conocida como semana santa. La cultura colombiana es profundamente religiosa y ha sido gravemente afectada por la pandemia. Sin acceso a congregaciones, los creyentes se han visto desconectados de su fe y las iglesias han entrado en crisis económica.
Anticipando la Semana Santa, la oficina de arquitectura Colab-19 contactó a la Archidiócesis de Bogotá para donar una capilla temporal al aire libre donde se podrían llevar a cabo las celebraciones de pascua de una manera segura. La Archidiócesis de Bogotá puso en contacto a Colab-19 con la parroquia Santa María de la Alhambra. Esta parroquia ha sufrido de antemano las repercusiones de la pandemia al tener que dejar su lugar de congregación por la crisis económica causada por el covid-19. La comunidad necesitaba un lugar de congregación.
Queriendo continuar el estudio de arquitectura temporal hecha a partir de infraestructura existente y utilizar más que solo andamios, los arquitectos llegaron al sistema de encofrado horizontal (paral + cercha + cruceta) como elemento compositivo principal de la capilla. Este sistema comparte cualidades de habitabilidad similares a la de los andamios, pero es un sistema diseñado para crecimiento horizontal en lugar de vertical, lo cual lleva a una tectónica de “un bosque de columnas”. Colab-19 analizo el sistema y encontró consonancias con el lenguaje de la arquitectura cristiana. Los arquitectos llegaron al diseño de una cruz griega con cuatro naves con deambulatorios que resaltaria como icono en el paisaje urbano de Bogotá.
Teniendo el diseño, los diseñadores contactaron a la Sociedad Colombiana de Arquitectos para desarrollar un sistema de gestión a modalidad de donación parecido al de la intervención de la plaza de la perseverancia. Siendo una institución que apoya a oficinas de arquitectura jóvenes, la sociedad tomo un interés en la propuesta y consiguió que la compañía de encofrados Equinorte donara el material para la estructura de la capilla. En adición, las donaciones de las compañías Andemyc, Inacar, y Ferretería Granada ayudaron a que se pudiera completar el proyecto.
Integrantes del CESCA (colectivo de estudiantes de la sociedad colombiana de arquitectos) se ofrecieron como voluntarios para el ensamble de ciertas partes de la capilla con el fin de recibir una experiencia pedagógica de la construcción y funcionamiento de un sistema de encofrado horizontal como elemento de diseño.
La capilla fue planteada con cupo para 56 personas pero tuvo un aforo promedio de 80 personas durante las festividades. Cuando se llenó el espacio interior de la capilla, la congregación se comenzó a asentar dentro de la estructura de los parales y en sillas plásticas fuera de la estructura. La reactivación de la Parroquia de Santa María de la Alhambra en las fechas cristianas más importantes del año fue exitosa. Este es el primer edificio público en el mundo construido con este sistema. Al desmontarse, la utilidad de los materiales de la construcción queda intacta. Así nace un ciclo de sostenibilidad cerrado a un diseño innovador.